Depósitos

Si bien estamos acostumbrados a que nos ofrezcan innumerables productos financieros, uno de los que más sobresale son los Depósitos y que últimamente ha dado lugar ante la cantidad y variedad de ofertas a llamarlos la guerra de los depósitos.

Los depósitos según la definición más común y simple con que se puedan explicar, es el dinero depositado en un banco para que la entidad lo tenga bajo su cuidado aportando según el periodo del que se disponga que esté bajo su custodia y de la cuantía del mismo a cambio una rentabilidad que varía según lo anteriormente dicho.

La finalidad con que el cliente llega a optar por depositar además del dinero la confianza en el banco es la de que el dinero se mantenga a resguardo y a la vez poder obtener lo máximo que se pueda a partir de sus intereses elevando la cuantía depositada.

Los entendidos recomiendan esta posibilidad, al resaltar la liquidez, seguridad, y la estabilidad de la inversión y más cuando la situación a nivel general no es la mejor y no queremos o podemos invertirlo.

Aunque exista también la posibilidad de depositarlo en una cuenta corriente que si bien el titular si pasa por una situación de emergencia financiera podrá retirar el dinero depositado, aún así muchos optan por los depósitos aunque en este caso de querer retirar el dinero se sabe que este deberá permanecer en el banco por un determinado periodo.

Con lo que, el dinero que se ha ahorrado no podrá retirarse, siendo depósitos dirigidos a clientes que pretendan invertir en el medio-largo plazo, debido a que si por cualquier circunstancia uno desea necesitamos retirar el dinero antes de cumplido el plazo establecido en medio habrá una penalización económica de parte de la entidad.

Los Diferentes depósitos que pueden contratarse son los siguientes:
Depósitos A la Vista:
En este caso es la entidad financiera la que posee la obligación de devolver los fondos, de forma parcial o total, que hemos depositado y en el momento en que lo requeriremos sin importar el porqué.

Otra de las definiciones que se le da es la de fondos irregulares, se debe a que el banco está obligado a tener que devolver la cuantía similar depositada.

Depósitos A Plazo:
Dichos depósitos, son de los más contratados, en este tipo de depósitos es el cliente el que tendrá que respetar el periodo previamente establecido para poder volver a contar con los ahorros depositados, que a su vez son definidos como:

Depósitos A Plazo Fijo: Ofrece la Máxima Rentabilidad con la ventaja de no tener que asumir riesgos. Dichos depósitos cuentan con una Renovación automática a vencimiento y presentan plazos a:
Depósitos a 1 mes
Depósitos a 2 meses
Depósitos a 3 meses
Depósitos a 4 meses
Depósitos a 6 meses
Depósitos a 9 meses
Depósitos a 12 meses

Depósitos A Corto Plazo:
Este tipo de depósitos ofrecen plazos de 1 mes y en varias ocasiones forman parte del programa de bienvenida a los nuevos clientes del banco.

Una de sus ventajas es que la rentabilidad es más alta se suele ofrecer una rentabilidad de entre el 5 y el 11%.
Ahora al momento de retirar el dinero sin respetar el periodo de tiempo, existe el castigo que será más alto que en otros casos. Además de que no se permite renovar un depósito a corto plazo con la misma entidad.

Depósitos Crecientes:
Esta es otra modalidad de depósitos, a la que se puede optar. Se ofrece a un plazo de 12 meses, pero se pueden encontrar con que actualmente prácticamente todos son a largo plazo, hasta 3 años en ciertas ofertas. Además de pagar un tipo de interés fijo, y previamente fijado garantizando recuperar el 100% de la inversión.

Otra de las características a tener en cuenta es que al momento de la liquidación de intereses, esta varía entre entidades así como el plazo de la imposición, este alcanza a ser: trimestral, semestral o a vencimiento.

Depósitos en Especie:
Este tipo de depósitos pueden llegar a ser tentadores, nunca como el que nos ofrezcan el mayor interés posible, pero cuando vemos algunas ofertas a cambio de los ahorros algunos dicen que sí.

Los depósitos en especie ofrecen regalos y productos dejando de lado el dinero e intereses. Entre las ventajas que brindan los depósitos en especie pueden ser:

-Que el regalo o producto a cambio de nuestros ahorros realmente valga la pena dejar de lado hasta el interés más bajo y difícil de rechazar.
-Que el producto sea a un precio que se diferencie notoriamente del de comprarlo en cualquier establecimiento, ya que el perder la oportunidad de obtener un interés por un regalo realmente debe valer la pena en cuanto a su tipo y precio.

A la hora de ver las desventajas podemos enumerar:
-En muchos casos se les cobra al cliente los gastos de envío por el regalo o producto, lo que es una gran caradurez de parte de la entidad, si medimos que el coste del envío no le representa nada a la entidad comparado con el dinero que le depositamos.
-Los depósitos en especie a quienes no lo sepan tributan en Hacienda. Por lo que no todos informan que dicha remuneración se encuentra bajo el concepto de “rendimientos del capital mobiliario en especie” por lo que significa un ingreso en la cuenta del 19% de la base. Algo de lo que hay que tener en cuenta al elegir este tipo de depósito.
-El periodo de permanencia también existe y es el que permitirá “mover” los ahorros a otra entidad.

Depósitos Estructurados:
Los depósitos estructurados, son definidos como un producto financiero ofrecidos tanto por bancos como cajas de ahorros. La inversión realizada es dividida en dos segmentos o partes.

En el primer segmento de la inversión, se trata de un depósito a plazo fijo, que no va más allá de los pocos meses, y remunera a un tipo de interés fijo y elevado, en ciertos casos este llega a ser del 12% y a 3 meses.

En el segundo segmento; la inversión se trata de un producto de larga duración ofreciendo una rentabilidad que fluctúa, y está ligada a la evolución de diferentes tipos de acciones de determinadas compañías que cotizan en Bolsa, y de un determinado índice bursátil no siempre de España, de fondos de inversión, y demás.

Por otro lado, los tramos de inversión se encuentran ligados entre ellos, por lo que las mismas entidades que comercializan el producto combinado y conjuntamente.

Uno de los requisitos de contratación es el de tener que contratar la primera parte para poder contratar la segunda.
También se puede contratar depósitos que no ofrecen el segmento de la rentabilidad fija, ofreciendo la posibilidad de ganancias pero sólo si determinada Bolsa o acción registran subidas.

Depósitos a Largo Plazo:
Uno de los depósitos que ofrecen imposiciones a largo plazo que en ciertas ofertas pueden alcanzar los 5 años, aunque existen los de 1 año y 6 meses, los de 2 años o 3 años. Una de sus principales ventajas son sus altas rentabilidades aunque el plazo sea demasiado larga para disfrutarla.

Depósitos en Divisas:
El escoger este tipo de depósitos no es para cualquier bolsillo ni pensamiento, al optar por una moneda extranjera, en dólares o en yenes tiene como en toda inversión sus ventajas y desventajas.

Hay que tener en cuanta que, la rentabilidad final es fijada por la variación del tipo de cambio de la divisa mientras dura el periodo de contratación.

Los llamados depósitos en divisas. No suelen remunerar el ahorro de la mejor forma y ni que decir del riesgo del tipo de cambio.

Además de que la inversión final estará ligada a los intereses a los que remunere, a las variaciones en el cambio entre el euro y la divisa extranjera y de la evolución que registre.

Un consejo que suelen dar es el que la divisa extranjera se aprecie frente al euro. Por lo que así se aseguran de no perder valor, y que la remuneración final no se reduzca.

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