Venta de vinos españoles se dispara: En 2015 Francia cederá el liderzazo a España

 

 

Una de las industrias que más ha evolucionado en los últimos años en todo el mundo ha sido la relacionada al vino.

 

Europa, y en especial Francia, Italia, España, Portugal y Alemania han marcado la tendencia, generando mercados, imponiendo políticas de precios y gustos.

 

Sin embargo, los vinos del nuevo mundo han sido los que mas han evolucionado, en especial, los californianos, australianos, argentinos y chilenos, abarcando nuevos estilos que los del viejo continente habían dejado vacante, o no pueden desarrollar por las diferencias de clima y relieve de sus tierras.

 

A pesar de la evolución de estas zonas más jóvenes, quien ha llevado el liderazgo histórico ha sido Francia, aunque ahora aparenta empezar a sucumbir frente a su rival más duro y directo, España.

 

Así ha dejado de manifiesto un interesante estudio de Credot (Centro de Investigación para el Estudio y Observación de las Condiciones de Vida), que sostiene que los galos perderán, como máximo en 2015, su liderazgo en la producción vitivinícola, en favor de España.

 

De esta manera, España asoma pora los especialistas como el futuro primer productor mundial de vino por motivos más que interesantes.

 

Por un lado, las modas se han impuesto en los mercados, y son quienes terminan de redondear las tendencias.

 

La producción francesa de vinos descenderá para los especialistas, de 52,8 millones de hectolitros en el lapso de 2000-2004 a 43,9 millones en 2015.

 

Sus principales clientes, los ingleses y los americanos (avanzan a diario como productores y consumidores), prefieren adquirir vinos de otros mercados como California, Australia y España, en detrimento de la industria tradicional francesa.

 

Además, otro país productor (en menor escala que estos), Alemania, ha visto girar sus gustos y se ha inclinado por darle la espalda a las uvas francesas, reduciendo sus compras de un 16% a 10% hasta el año 2015.

 

Pero el problema que encara la vitivinicultura gala no solo tiene que ver con los gustos de sus compradores fuera de Francia, los mismos galos ha mutado su paladar.

 

En los últimos cuatro años, el consumo de vino ha caído más del 2,6%, y en especial su uva insignia, los tintos.

 

Los jóvenes han decidido darle la espalda, avocándose a la cerveza y los cócteles, mientras que tanto en los nuevos mercados como America han incorporado a la cultura del vino como una moda que ha llegado para quedarse.

 

En momentos donde algunos sectores de la economía se encuentran en crisis, la vitivinicultura ha vendido un 4% más y su horizonte vaticina buenos números.

 

Brindemos por este presente, y por un futuro prometedor.

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