Si estás pensando comenzar a invertir, o si ya has decidido que quieres pasar del ahorro a la inversión, es probable que ya te hayan dado muchos consejos. También, es probable que hayas leído mucho al respecto. Sin embargo, hay tres cosas que son muy simples, pero que a veces se olvidan.
Vamos a tratar de recordar estas cosas simples que pueden marcar la diferencia entre un buen y un mal arranque en la inversión.
Invertir sólo con lo que te puedes permitir perder
Seguro que esto ya lo has escuchado, has leído sobre ello, e incluso has teorizado al respecto. Sin embargo, igual te sorprende saber que este es el principal y mayor error que cometen todos los inversores novatos que se acercan al mercado por primera vez. Esto tiene que ver con un concepto muy autosuficiente y bastante poco realista que, no te preocupes, le ocurre a la mayoría.
Solemos tender a pensar que lo que les ocurre a los demás no nos va a ocurrir a nosotros. Solemos pensar también que siempre manejamos la mejor información o el mejor conocimiento, los mejores productos o tenemos los mejores consejos a nuestra disposición.
Aunque puede que todo lo anterior sea verdad, también es verdad que la gran mayoría de inversores en sus primeros pasos tienden a las pérdidas. Por ello, no resulta muy recomendable comenzar a invertir con una cantidad de dinero que te supusiera una grave pérdida en caso de equivocarte en la elección de activos o estrategia inversora.
Mejor ser especialista en algo que conocer mal muchas cosas
Esta máxima, que también se podría aplicar en la vida en general, resulta muy interesante aplicar de la inversión.
Ojo, cuando hablamos de ser especialista en algo no nos referimos a que de pronto te conviertas en el mejor gestor de inversiones del mercado. Pero, deberías tratar de conocer a fondo o lo más a fondo posible aquellos activos o estrategias de inversión sobre los que vas a participar.
Incluso, cuando tu participación sea pasiva. Por ejemplo, imagínate que eliges los fondos indexados como una herramienta a través de la cual invertir. No tienes mucho que hacer en un fondo indexado realmente, pero, es cierto que deberías tratar de entender cómo funcionan, cuáles son sus puntos fuertes y débiles, cuál es tu perfil inversor, etc.
En definitiva, no inviertas en lo que no entiendes. Es preferible comenzar poco a poco y entender bien lo que vas a hacer con tu dinero.
Ten objetivos pero que sean realistas
Los objetivos son necesarios en cualquier tipo de acción financiera. Por supuesto también lo son de tu ahorro o en la inversión. Si vas a comenzar a invertir, debes marcarte objetivos. Cuando decimos objetivos realistas no decimos objetivos bajos.
Este es un error bastante repetido. Las personas tienden a asociar objetivos bajos con objetivos realistas, y esto no tiene por qué ser así. Un objetivo realista es el que se basa en un cierto canon o predicción.
Por ejemplo, se afirma que las inversiones en criptomoneda pueden multiplicar por 100 el valor invertido, es porque existe un precedente histórico de este tipo de activos que permite saber que eso es posible. Pero, al ser una inversión realista, también sabemos que podemos perder la totalidad de nuestra inversión.
El riesgo que decidamos asumir irá parejo a la decisión. Ya sabemos que generalmente, a mayor nivel de riesgo que asumamos, mayor potencial de carencia tendremos.
