El sistema de pensiones en España está diseñado para recompensar los años que hayas cotizado a la Seguridad Social, pero ¿qué ocurre si no llegas a los 25 años? Aquí vamos a explicarte lo esencial, de manera sencilla y clara, para que entiendas cómo afectará a tu pensión en este caso.
Cómo afecta tener menos de 15 años cotizados
Si no has llegado a los 15 años cotizados, no tienes derecho a la pensión contributiva, que es la pensión habitual que se basa en lo que has aportado a lo largo de tu vida laboral. Pero no todo está perdido, ya que puedes optar a la pensión no contributiva si cumples ciertos requisitos:
- Tener al menos 65 años.
- Haber vivido en España durante al menos 10 años.
- No superar un límite de ingresos anuales (aproximadamente 7.250 € en 2024).
Esta pensión es más baja que la contributiva, situándose alrededor de 517,90 euros al mes, pero puede ayudarte si no alcanzas el mínimo de cotización.
Si tienes entre 15 y 25 años cotizados
Cuando superas los 15 años cotizados, ya tienes derecho a una pensión contributiva, aunque la cantidad que recibirás depende de los años trabajados. Con 15 años, recibirás el 50% de tu base reguladora (es decir, una cantidad calculada en base a lo que has ganado y cotizado). A partir de ahí, cada año adicional aumenta tu porcentaje. Por ejemplo, con 20 años cotizados cobrarás el 61,4% de tu base reguladora, y con 25 años, el 72,8%.
La base reguladora se calcula sumando todas tus bases de cotización de los últimos 25 años y dividiéndolas entre 350. Si has trabajado menos de esos 25 años, te aplicarán la parte proporcional a los años que has cotizado.
Maneras de aumentar tu pensión
Incluso si no llegas a los 25 años cotizados, hay formas de mejorar tu pensión:
- Complemento por brecha de género: Si has tenido hijos, podrías recibir hasta 33,20 euros más al mes por cada hijo, con un máximo de cuatro hijos.
- Seguir trabajando más allá de la edad de jubilación: Por cada año que sigas trabajando después de alcanzar la edad ordinaria de jubilación, se te añade un porcentaje adicional a tu pensión, lo que puede hacer que la cantidad que recibas sea más alta.
Aunque no llegues a los 25 años cotizados, seguir trabajando unos años más o incluso cotizar en otros regímenes puede marcar la diferencia en tu pensión futura. Si estás cerca de los 15 años de cotización, o si puedes sumar más años de trabajo, es clave para mejorar lo que recibirás cuando llegue el momento de la jubilación.