¿Es posible negociar con tu banco? ¿en qué?

Los nuevos modelos de sistemas financieros, y las nuevas fórmulas de relación entre usuario y banca, han ido dificultando cada vez más la relación directa. Esto, no es malo de manera generalizada, pero, es cierto que los nuevos usos y la banca por Internet han modificado algunas cuestiones antaño comunes, como por ejemplo negociar las condiciones de determinados productos financieros con los bancos.

Realmente, hoy en día, apenas concebimos el hecho de la negociación con la entidad financiera. Algo que no hace tanto tiempo era común, como sentarse en una sucursal bancaria a, por ejemplo, tratar de negociar el conjunto de las comisiones que se aplicaban a los diferentes productos financieros, buscar opciones para una rebaja en el diferencial una hipoteca, etc., está quedando en el olvido, fundamentalmente porque por un lado la banca ha ajustado de manera drástica (y dramática) su margen de maniobra para la negociación, y, por otro lado las nuevas políticas de comisiones ajustan al máximo los productos, tanto que, resulta muy difícil negociar sobre ellos.

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¿Es posible negociar con el banco en 2021?

La respuesta es sí, pero con muchos matices. Hoy en día negociar con el banco, probablemente, se vaya a basar mucho más en conceptos como la vinculación a través de otros productos, que, como antaño, en la intención del banco en captar clientes. Obviamente, a mayor nivel financiero del cliente, mayor interés del banco en su captación, y probablemente mayores márgenes de negociación. Pero para un usuario medio, hoy en día las negociaciones con los bancos suelen centrarse en aspectos como ventajas por domiciliar la nómina, ventajas por contratar otros productos en paralelo, productos encadenados, etc.

Generalmente, estas negociaciones y estas ventajas se van a traducir en dos grandes grupos:

  1. Comisiones: las comisiones son clave en unas finanzas personales saneadas, y, la banca lo sabe. Por ello, en un momento sensible en el que, además, se han subido los costes de las comisiones de manera generalizada, parece razonable entender que es importante poder negociar las comisiones. Ojo, la mayoría de comisiones que vamos a poder negociar hacen referencia a cuentas bancarias, en algunos casos tarjetas, y en pocos casos préstamos o productos hipotecarios o de inversión.
  2. Bonificaciones: éste es otro aspecto importante sobre el cual es posible negociar hoy en día por los bancos, relativamente. Las bonificaciones casi siempre van a tener como punto de partida la vinculación. Por ejemplo, la vinculación con determinados productos financieros, como seguros o planes de pensiones, puede proporcionar una bonificación en el diferencial de una hipoteca, reduciéndolo. Éste marco de negociación, está realmente acotado, es decir, no es realmente amplio ya que se va a limitar a lo que el banco nos tenga que ofrecer, pero, al menos genera un entorno en el cual si es posible obtener algún beneficio. Ojo, la vinculación, no siempre es una buena idea.

En definitiva, para el usuario medio, la banca cada vez ofrece menos posibilidades de negociación. Cada vez que nos acercamos más a un sector de producto cerrado en el cual, los márgenes de negociación son escasos, y la competencia hace que ya desde planteamiento, el propio producto parta siendo lo más competitivo que la entidad se entiende que puede ofrecer.

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