La privatización de Aena y su salida a bolsa está encontrando más complicaciones de las que se esperaba. Hace unas semanas se esperaba el visto bueno por parte del gobierno para dar luz verde a la compañía aérea, pero parece que de momento no va a ser así. Según el gobierno, se tendrán nuevas noticias en el mes de enero, de ser así la salida a bolsa podría ser en mayo o junio del próximo año.
Existe una gran incertidumbre respecto a algunos temas, como por ejemplo la posible venta de los aeropuertos deficitarios. Los inversores creen que lo más adecuado, es parar el funcionamiento de algunos aeropuertos que no aportan los beneficios necesarios y que ni siquiera cubren costes. La poca afluencia de pasajeros o la cercanía de varios aeropuertos en la misma zona, son algunas de las causas que provocan estas situaciones.
La presión que pueda haber por parte de las autonomías hacia el gobierno es otro de los factores por los que no se da el paso para iniciar la OPV. El posible cierre de aeropuertos, es algo que influye negativamente sobre las mismas. Y no sólo a las autonomías, sino también al gobierno por la cercanía de las elecciones.
Tras los últimos datos sobre la situación económica de Aena, se ha estimado que para el próximo año podría tener un resultado bruto de explotación de unos 2.400 millones de euros. Estos datos aumentan mucho la valoración de Aena y encarecería su salida a bolsa, lo que podría ocasionar una disminución de los inversores.
El gobierno quiere privatizar un 60% de Aena, lo que supondría unas ganancias de aproximadamente 2.400 millones de euros de plusvalías , incluyendo la deuda de 12.000 millones de euros que tiene actualmente. Además generará una caja de 600 millones de euros este año, que será clave para estimar los dividendos de los futuros inversores.
