Después de relevados todos los daños materiales y socioeconómicos producidos por el sismo que azotó al país andino, se reunieron el presidente del Banco Central de Chile, José De Gregorio, y el Fondo Monetario Internacional (FMI). En dicha junta, el representante de Chile aceptó que el crecimiento económico pronosticado se reducirá, con un menor aumento del Producto Interior Bruto (PIB).
El problema clave del asunto es que, el terremoto redujo la capacidad productiva del país por los daños a su infraestructura; algo lógico y comprensible.
Asimismo, desde el gobierno se pronostica que el PIB aumentará entre un 4,25 y un 5,25% este año. El FMI espera que Chile crezca un 4,7% en 2010 y 6% en 2011. Sin embargo, desde el representante del Central, anunció que la expectativa inflacionaria del 3% ya se está alcanzando, mucho antes de lo previsto. Pese a esto, el FMI no comparte las previsiones, y sitúa la inflación para 2010, en un 2%, y el siguiente en un 3%.
Cabe recordar que, el desastre natural llevó a pérdidas por valor de 30.000 millones de dólares, de los cuales 10.600 millones se corresponden a infraestructura pública dañada. Además, únicamente 1.300 millones de dólares estaban asegurados, por lo que el coste para el gobierno es de 9.300 millones de dólares (que será financiado con subida de impuestos sobre la renta, sector minero, inmuebles y tabaco).
Otro de los puntos a mencionar de la economía que se viene para Chile es que no existirá gran sobresalto en su interior. Ya que el país posee más de 25 millones de dólares en fondo de reserva destinado a crisis y desastres naturales. Asimismo, el superávit financiero acumulado durante varios años, es una de las principales partidas con las que cuenta la economía. Por otro lado, muchos ingresos serán obtenidos a raíz de la venta de cobre, obtendrán grandes recursos para su salvación.
Esperamos que Chile pueda recuperarse lo más próximo posible, y que este tipo de situaciones no se vuelvan a presentar durante largos años.
