Otro azote al mercado Europeo, y con repercusión internacional como fue la crisis Griega del año pasado. Aún estamos viendo cómo al país clásico le cuesta llegar a cumplir con los pagos, cuando se nos aparece una nueva crisis de deuda en la zona euro.
Es el turno de Irlanda, que fue el centro de las discusiones del G20, unido a otro tema también candente como lo es el Rescate de Portugal.
El mercado actual no tiene la confianza de que el Gobierno de Dublín pueda sacar al país de la crisis y hacer frente a unos intereses que aumentan día a día.
El anuncio del día, informa que la agencia de calificación Fitch rebajó la nota de solvencia de Irlanda a largo plazo. De esta manera, su calificación pasó de «A+» a «BBB+» lo que supone un descenso de tres niveles en la nota crediticia. De esta manera, el recorte va de la mano con el realizado por Standard&Poor’s, cuando bajó de «AA-» a «A» a largo plazo.
No obstante, ante la baja en la calificación los mercados de deuda fijaron 8% el interés de los bonos irlandeses a 10 años, con una prima de riesgo de 503 puntos básicos. Esto no influye mucho, dado que mantiene medianamente estables la tasa de interés y el riesgo.
En consecuencia, se estima un plan de rescate de Irlanda entre 80.000 y 100.000 millones de euros. Y, aunque su Gobierno evita formalmente la ayuda sabe muy bien que necesita gastar más de 50.000 millones en reflotar su banca. Según estiman desde Eleconomista de México, los bancos de Irlanda necesitan entre 30,000 y 40,000 millones de euros del plan de rescate de la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI) para su recapitalización.
Asimismo, se espera también que el gobierno irlandés presente un plan de ajuste cuatrienal de 15.000 millones de euros (20.000 millones de dólares) que prepara desde hace semanas para reducir un déficit que alcanzará este año el 32% del Producto Interior Bruto (PIB), a menos de 3% en 2014. En efecto, según datos actuales, durante la aprobación se dará el sí sobre la ayuda de 22.500 millones de euros de fondos comunitarios para el rescate, además de extender el plazo para que pueda reducir el déficit público al 3% del PIB, que pasará de 2014 a 2015.
Adicionalmente, en esta semana se presentó el presupuesto para 2011, primera etapa de la drástica cura de austeridad y que debería incluir ahorros por valor de 6.000 millones de euros.
Como no podía ser de otra forma, el BCE está presionando a Irlanda para que acuda al fondo, en virtud de unas compras de deuda pública irlandesa muy por debajo de lo que se esperaba.
Por su parte, el Fondo Monetario Internacional ha recomendado al Gobierno de Irlanda que reduzca de forma progresiva los subsidios de desempleo y rebaje el salario mínimo para evitar la continuidad de la elevada tasa de paro.
Siguiendo con las recetas mágicas del FMI, se espera que Irlanda mejore la competitividad y promueva las exportaciones como «un recurso sostenible de crecimiento«. Esto gracias a una reforma de los sistemas de planificación y concesión de licencias en las empresas digitales. Adicionando, enfoque de recursos públicos en proyectos de alta prioridad en una economía basada en el conocimiento.
Pero esto no es todo, se aconseja dotar de más recursos a las agencias de desempleo para que puedan aportar una ayuda a la búsqueda de empleo. No obstante, esto estará acompañado de un descenso gradual de los beneficios durante el periodo de desempleo y unos requisitos de búsqueda de empleo más estrictos.
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