Tres miedos frecuentes en la gestión de las finanzas personales

Sin duda, son muchos los miedos que solemos tener relacionados con la gestión de nuestro dinero, ya que cada situación personal es diferente y no todos disponemos del mismo nivel económico. A continuación veremos los miedos más comunes que solemos tener todos los usuarios con la gestión de nuestras finanzas.

finanzas personales

Para empezar, hay que partir de la base de que no todos tenemos la misma capacidad económica para asumir los mismos riesgos en cuanto a nuestra economía. No obstante, esto no implica que una persona que disponga de una gran capacidad económica no tenga miedo a arriesgar su dinero. Hay un punto en el que todos los usuarios compartimos una serie de miedos que nos condicionan a la hora de sacar rentabilidad a nuestras finanzas.

Uno de los miedos más comunes que todos tenemos en un momento u otro respecto a nuestras finanzas, es el miedo a que surja un imprevisto. Que se nos rompa el coche, un electrodoméstico o quedarnos sin trabajo de repente, son unos de los muchos ejemplos que existen de imprevistos. Algo que a la mayor parte de usuarios tiene preocupados en su día a día, aunque a unos más que a otros, claramente.

Miedos habituales en la gestión financiera

A lo largo de nuestra vida es seguro que vamos a vivir imprevistos de todo tipo, y algunos más desagradables o más preocupantes que otros. La solución para no tener tanto miedo a ellos, pasa por valorar el control que tenemos sobre el riesgo. En otras palabras, podemos quitarnos el miedo a un imprevisto valorando la posibilidad que existe de que se nos estropee el coche o de quedarnos sin trabajo de un día para otro.

Lo mejor en estos casos es poseer una buena cantidad de ahorro de emergencia que poder destinar a los imprevistos que tanto nos preocupan, por lo que sería bastante interesante comenzar a hacerlo si no lo tenemos ya. El ahorro de emergencia evitará que tengamos que hacer uso de nuestros ingresos cotidianos o nuestros ahorros más importantes para cubrir gastos inesperados, con lo cual nuestras finanzas personales seguirán intactas pase lo que pase.

Otro de los miedos que más quitan el sueño a la mayor parte de los usuarios, es el tema de la jubilación. En los tiempos que corren, nadie garantiza que podamos disponer de ayudas económicas por parte del Estado, o por lo menos no serán suficientes para mantener una vida cómoda y llevadera tras toda una vida trabajando. Por lo tanto, cuanto antes se comience a ahorrar de cara a la jubilación, más posibilidades se tendrá de asegurar un buen futuro económico.

Claramente, no sólo se trata de ahorrar, sino de sacar la mayor rentabilidad posible al dinero que estamos ahorrando, por lo que será necesario contratar un buen producto de ahorro para la jubilación. Para esto hay que informarse previamente y valorar cual es el que más nos conviene en base a nuestra situación personal.

minimalismo y finanzas, ahorrar, invertir

Miedo a una mala gestión

Por último, pero no menos importante, nos encontramos ante el temido miedo de una mala gestión en nuestras deudas. Si de por sí contraer una deuda es una muy mala noticia para nuestras finanzas, realizar una mala gestión sobre la misma puede meternos en problemas muy serios legalmente hablando.

Esto es algo a lo que la mayoría de usuarios tiene miedo actualmente, pero lo cierto es que ese miedo se podría disipar rápidamente si nos informamos acerca de los productos que deseamos contratar. Por ejemplo, si nos ofrecen la compra de un coche a plazos porque se encuentra muy por encima de nuestras posibilidades. Habría que valorar antes de firmar nada si de verdad nos conviene esa compra, porque puede que lleve implícita la suma de unos intereses que no nos podamos permitir y eso acabe por generar una deuda que se lleve a juicio y por la que nos embarguen alguna de nuestras posesiones.

Aunque parezca un ejemplo muy extremo, situaciones muy parecidas las sufren más usuarios de los que alcanzamos a imaginar. La clave para que algo así no nos ocurra, es informarnos de manera adecuada, ser conscientes de nuestras posibilidades y sobre todo, realistas.