Caja Euskadi: las cajas vascas ‘golpean’ primero

Ya lo advirtieron el presidente del Gobierno y el de la CECA: habrá fusiones para hacer frente a la crisis. Apenas dos semanas después del anuncio ya ha llegado la primera con las cajas vascas como protagonistas. Kutxa y BBKA ponen fin a años de negociaciones políticas con la creación de Caja Euskadi.

La Caja de Ahorros y Monte de Piedad Euskadi ya es oficial según el comunicado remitido a la CNMV. Nace como la quinta caja de ahorros española en términos de beneficio y activos y su puesta en marcha se completará como una fusión por extinción de sus ‘padres’, BBK y Kutxa. Según el PNV y CCOO esta fusión no conllevará un ajuste de plantilla en ninguna de las dos entidades, que complementarán sus redes de oficinas en el País Vasco y en otras áreas de expansión.

Bilbao se mantendrá como sede financiera de la nueva Caja Euskadi, mientras que San Sebastián será el centro de la operativa informática y sede de la cartera industrial. Esta división de poderes puede cambiar si finalmente Caja Vital se incorpora al proyecto como en un principio estaba previsto.

Castilla-Leon y Andalucía, en la cola

Las cajas vascas se han adelantado al resto de cajas de ahorro en lo que ya parece una carrera por fusionarse. De hecho, ya ha varias candidatas esperando turno para pasar por el altar. Entre ellas las cajas andaluzas en lo que supone un antiguo proyecto de Manuel Chaves, presidente de Andalucía. Aunque todavía hay que alcanzar los acuerdos políticos necesarios, su intención pasa por juntar Cajasur, Cajasol, Unicaja, Caja Granada y Caja de Ahorros provincial de Córdoba, algo a lo que para empezar no parece muy dispuesta Caja Granada.

Sin embargo, el proyecto más maduro se encuentra en Castilla y León, donde Caja Duero, Caja España, Caja Municipal de Burgos, Caja Segovia, Caja Ávila y Caja del Círculo Católico trabajan para llevar a cabo lo que se conoce como una «fusión virtual». Es decir, integrar sus cuentas, compartir costes de gestión e invertir a través de un holding que les permitiría conservar su actual marca y equipo de dirección.

En Valencia también suenan ‘campanas de boda’ entre CAM y Bancaja, aunque todavía sin fecha, debido al coste político de la operación.

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