¿Cómo eliminar deudas a través de un sistema de pago?

En estos momentos actuales es fundamental eliminar las deudas a través de una correcta administración de las mismas con el propio dinero, tener en cuenta que tipos de tarjetas de crédito utilizar y, por supuesto, contar con un sistema racional de pago. Lo más inmediato que se debe hacer, lógicamente, es gastar menos de lo que se ingresa. Pero además, es necesario acompañar esta determinación con una elección estratégica de las deudas que se han de limpiar y liquidar lo antes posible: ¿Las mayores, las qué tienen más intereses, las de menor suma o las de un interés más reducido? ¿Cuál o cuáles han de ser las primeras, cómo se decide, quién lo decide?

 

La decisión sobre que deuda conviene abordar primero es algo que debe responder uno mismo. Si se toma la determinación de hacerlo en aquellas de mayor cuantía e interés, se ha de planificar el proceso del siguiente modo: en primer lugar, identificando las deudas por meses y pagando lo máximo que pueda permitirse en las de mayor cuantía e interés; también, aportando cualquier “plus” de dinero que se consiga ingresar a saldar este tipo de deuda de mayor interés y cantidad y, por último, siguiendo la cadencia y guardando la cantidad destinada al pago de ese tipo de deuda incluso una vez que se concluya el pago de la misma.

El otro plan que puede trazar es decidirse por hacer frente a las deudas comenzando con las más pequeñas y sin fijarse en el interés de las mismas. Las pautas del método de pago son similares al anterior, sólo que ahora todo el dinero va destinado a sufragar las deudas de menor cantidad, al igual que el “plus” de dinero que se ingrese de forma extraordinaria. El secreto de este segundo método es, en primer lugar, el beneficio psicológico y de ánimos que va produciendo en el individuo liquidar las deudas, ya que al ser las más pequeñas las primeras en atenderse son más fáciles de cancelarlas. Además, la cuantía de dinero invertida en el pago de la deuda, una vez esta se ha cancelado, se suma a la cantidad de la siguiente deuda, haciendo de esta manera más fácil su pago. La fórmula es así, sucesivamente, hasta que se llega, siempre desde la de menor cantidad, a la deuda más cuantiosa.

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