El miedo de que Grecia caiga en la bancarrota inminente aterra a los organismos internacionales. El Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Unión Europea (UE) están de acuerdo en que han sido insuficientes las medidas adoptadas por el Gobierno helénico, y esperan que mediante ellas se logre reducir 4 puntos su déficit fiscal, el cual se encuentra actualmente en un peligroso 12,8%.
El pueblo no está contento. Y cómo estarlo, si se prevé una huelga con fecha pactada para el miércoles próximo en contra de las medidas de austeridad adoptadas por el Gobierno (¿raro que el FMI imponga este tipo de medidas no?) para lograr balancear la economía del país.
Por su parte, el FMI llevará a cabo las tareas de supervisar en Grecia el plan del Gobierno. Todo esto se basa en lo que mencionábamos en el primer párrafo, se debe evitar la bancarrota de la economía del país.
Grecia es única, y sigue demostrándolo ya que es la primera vez que un país de la “zonaeuro” se debe hallar bajo la presión y control estricto del organismo internacional para evitar que la crisis se propague a los otros países miembros. A razón de ello es que los representantes de la Comisión Europea, del Banco Central Europeo y del FMI lrealizarán una reunión con el presidente del Consejo de Expertos de Finanzas, Giorgos Zanias, y, luego, con el Banco de Grecia.
Arde el Partenón y bajo cronómetro. Grecia tendrá tiempo hasta el 15 de marzo para que su Gobierno anuncie medidas austeras que se sumarán a los recortes de sueldos y jubilaciones, sin mencionar a que los impuestos se irán a la cima. Este tipo de presión ya fue conocida por otros países, y ha causado serios destrozos a nivel socioeconómico, como fue el caso de Argentina, donde ha quedado una generación entera sepultada en la pobreza.
No obstante, las actuales medidas parecen escasas a la UE y al FMI. La situación parece grave, y los sindicatos no se quedarán de manos cruzadas, convocando a una huelga general de 24 horas (como comienzo).
Imagen: Xunta de Galicia