Patente única europea

La patente única europea es una de las discusiones que se plantea a nivel Unión Europea, al no encontrarse un acuerdo mutuo de ciertas partes. Una de esas partes involucra al Gobierno español que decidió presentar un recurso ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TUE) rechazando el acuerdo del pasado marzo por la UE respecto a la patente única.

Lo que rechaza el Gobierno es la discriminación que se al español en preferencia al francés, inglés y alemán. Mientras que también Italia presentará su recurso de anulación por similar motivo.

Del lado español no desean que la patente europea se base en la discriminación lingüística. Ya que el español al ser una gran lengua europea las empresas españolas, los emprendedores e innovadores españoles, además de los patentadores, serían injustamente discriminados .

Con esto se busca que el idioma español sea parte importante de la patente europea que se debe aprobar, lo que quedará por aprobar una vez que se haga lugar o no a los recursos de España y de Italia.

En tanto, los ministros de Industria de la UE ya habían optado por seguir excluyendo a Madrid y Roma en la patente única, en ese entonces se aplicó la llamada cooperación reforzada que permitía eludir al veto de España e Italia. Desde el lado de España se alude a que se viola el principio de no discriminación, por lo que las empresas españolas sean pymes o otras, no podrán acceder de manera igualitaria a los contenidos de las patentes y tecnología; y que no se cumple en ese aspecto con lo establecido en el Tratado de Lisboa. Por lo que rechaza la cooperación reforzada.

Mientras en el Consejo de Competitividad se estudiaron propuestas legislativas aportadas por Bruselas sobre el contenido de la patente única europea y cómo resolver los litigios de patentes.

A todo esto y como solución, el Ejecutivo comunitario ofrece que los Estados miembros que estén bajo la cooperación reforzada puedan crear un tribunal independiente y de competencia exclusiva para resolver este tipo de dificultades.

Hasta el momento las solicitudes de la nueva patente única europea se podrán presentar en el formato de cualquier idioma, pero serán revisadas y otorgadas únicamente en inglés, francés y alemán.

Por lo que si una empresa presenta la solicitud en un idioma que no sea los anteriores, les será devuelto el coste de la traducción de tal caso. También queda establecido que por 12 años se tendrán que traducir al idioma inglés las patentes que fueran entregadas en francés o alemán.

Mientras que, las patentes que fueran entregadas en inglés se tendrán que traducir a otro idioma que sea oficial en la UE. Con esto se resuelve que tales traducciones sean exigidas al no haber una traducción automática de alta calidad la que les garantice la accesibilidad a la información de la patente en cuestión.

Además las traducciones que sean suplementarias en medio del período transitorio servirán para lograr traducciones automáticas de alta calidad.

Los cálculos realizados por el Ejecutivo comunitario, informan que el coste de la patente única europea tendrá una reducción de los 32.000 euros que deben pagar los 27 estados y que de ahora en más será el coste de solamente 2.500 euros para 25 países en el periodo transitorio y 680 euros cuando se de por terminado el periodo transitorio.

Aunque si finalmente la patente única europea se da en se España e Italia, existirá un coste adicional de 3.000 euros. Por lo que el próximo paso será el encontrarle la vuelta al rechazo de España e Italia y que finalmente sean parte de la patente única europea.

Imagen: paperblog

Fuente: Europapress

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