Los datos del paro hacen saltar las alarmas

El paro subió en 207.400 personas durante el segundo trimestre del año, lo que supone un aumento del 9,5% respecto al trimestre anterior según desvelan los últimos datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) desvelados por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Los datos son alarmantes si tenemos en cuenta que la tasa de paro repuntó más de ocho décimas hasta el 10,44%, con lo que se sitúa en su valor más alto desde 2004.

Lo peor es que tasa de paro ya se encuentra por encima de las previsiones del Gobierno para todo el año, situadas entre el 9,8% y el 10%. En total, España cuenta con 2.381.500 parados, la cifra más alta desde 2000 y las perspectivas no son precisamente optimistas. La campaña de verano debería servir para suavizar un poco esta subida, pero la debilidad del sector constructor hace prever que no tanto como otros años. Además, incluso el turismo ha comenzado a mostrar los primeros síntomas de agotamiento debido a la crisis.

El negocio del ladrillo vuelve a ser el más afectado y eso que todavía no contabiliza la suspensión de pagos de Martinsa Fadesa. El sector constructor generó 87.100 parados en el primer trimestre del año, con lo que ya suman 211.600 en los últimos doce meses, un 123% más el año anterior. Por detrás de la construcción se sitúa el sector servicios, del que 39.700 personas han pasado a engrosar las listas de desempleados y eso que el inicio de la temporada de verano ha logrado frenar hasta cierto punto la caída en otro tipo de negocios.

Entre los pocos datos positivos figura el repunte en el segundo trimestre del número de ocupados, que creció en 22.900 personas respecto al trimestre anterior y 57.800 respecto al mismo periodo de 2007. Así, la tasa de actividad creció 43 centésimas para situarse en el 59,76%. Además, se ha reducido la temporalidad hasta el 28,39% tras el aumento de asalariados indefinidos.

Pese a todo, se trata de unos datos negativos que ponen de manifiesto los problemas que atraviesa la economía española y a los que se suma la previsible rebaja de sus previsiones de PIB para todo el año por parte del Gobierno. Además, la situación de Martinsa Fadesa, al que se ha unido la suspensión de pagos anunciada por Mastercadena (y otras que podrían llegar) no invitan precisamente a pensar en una mejora del mercado laboral ni de la economía española.

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