¿Es posible ahorrar estando en paro?

Aunque parezca una pregunta imposible, el ahorro no consiste solo en guardar una cantidad para emergencias, también puede referirse a gastar menos en determinadas cosas, y poder dedicar ese dinero a otras más importantes. En esos momentos de incertidumbre, es posible que no pensemos en algunas formas muy básicas para cambiar el destino de nuestro dinero. Es decir, enfocar su gasto a otras cosas más importantes.

Hay diferentes niveles de paro, algunos están endeudados y no pueden pagar los recibos, otros sin embargo pueden tirar con lo que tienen, y empezar a buscar trabajo cuanto antes. Para todos los casos, se pueden encontrar formas alternativas de ahorro, que muchas veces no sabemos que tenemos o que podemos hacer.

paro1

1. Transporte

Por supuesto, el gasto en gasolina es uno de los primeros que se debe eliminar. El ahorro que se experimenta utilizando el transporte público es de unos cuantos euros al mes, además es posible beneficiarse de muchos descuentos de familias, y según la edad. Otra de las formas de ahorrar, es comprarse un medio de transporte más barato aún. Como por ejemplo una bicicleta. Cada vez son más los asiduos a este medio de transporte y si sólo lo necesitamos unas horas, podemos utilizar algunas de las bicicletas públicas que hay en muchas ciudades españolas por poco dinero. Algunas ciudades españolas, como Barcelona ofrecen descuentos en el transporte exclusivos para parados.  Un bono de 3 meses, cuesta unos 30 euros.

2. Hábitos caros y además poco saludables

Por supuesto fumar, beber o gastarse el dinero en apuestas es otra forma más de gastar dinero que podremos necesitar en el futuro. Además de mejorar en parte nuestra economía, mejorará nuestra salud física y mental. Es posible que también ganemos tiempo, y podamos encontrar trabajo más fácilmente. Una caja de tabaco al día supone un gasto mensual de 140 euros.

3. Negociar el alquiler y poner en orden las cosas del banco

Muchas veces, la situación que estamos viviendo nos impide pagar al alquiler , y es posible que nos retrasemos. Sobre todo si llevamos tiempo en la casa y conocemos a su dueños, podemos negociar una bajada de alquiler temporal, hasta que encontremos trabajo. Otra opción, es trasladarnos a una casa de protección oficial que nos suponga un alquiler mínimo, que nos ayude un poco en los gastos mensuales. 

Es posible que la negociación con el banco sea algo más complicada, pero nunca está de más intentarlo. Lo que sí podemos hacer es poner al día los pagos de las tarjetas, y ponernos un tope de gasto, o incluso eliminarlas por completo, esto nos evitará tentaciones.

4. Ayudas de asociaciones y familiares

Las asociaciones son muy diversas, y ofrecen todo tipo de servicios siempre que esté en su mano. Desde alimentos, hasta ropa, pasando por asesores financieros, o incluso profesores que dan clases particulares a los niños. No hay que avergonzarse por pedir ayuda en estos casos, ya que todo pasamos por alguna mala racha, y más vale tener algo que pasar calamidades. 

A veces el orgullo nos impide aceptar dinero de nuestra familia. Nuestra familia tiene total confianza en nosotros , tanto para saber que se lo devolveremos en cuanto podamos como para decirnos con total claridad que no pueden prestarnos su dinero. Si lo hacen es porque pueden, aunque sea temporalmente.

5. Ganar dinero extra

Muchos tenemos habilidades más allá de nuestro trabajo. Es posible ganarse algo dinero con sencillos trucos. Por ejemplo, si sabemos inglés o algún idioma, así como matemáticas o algo semejante podemos ofrecernos a dar clases particulares, que aunque no eliminará nuestros problemas, será una ayuda más que bienvenida. También es posible hacer alguna «chapucilla» a conocidos o amigos, o incluso cuidar temporalmente al niños de la vecina.

6. Mercado de segunda mano

La usuarios de productos de segunda mano son cada vez más. Muchas veces, compramos cosas que solo utilizamos una vez en la vida, como mucho dos. Esas son las cosas que podemos vender y con las que nos sacaremos algo de dinero. Por supuesto, juguetes que nuestros hijos no usa, o incluso las cunas o carritos, son de lo más demandados. También podemos aprovechar para hacer alguna compra necesaria, incluso podemos encontrar los libros de texto del colegio, o uniformes que ya no valen a otros niños.

Publicidad