El gran motor; la pyme, necesita fuel.

Un gran motor de la economía española está sufriendo el tan temido ‘miedo’ a la financiación, por la escasa o nula corriente de créditos. El caudal de ese río parece haberse evaporado, pero siempre nos quedará la Línea ICO.

 

En el siguiente gráfico podemos observar la vigencia del empeoramiento de la financiación bancaria, el aumento de rechazo de solicitudes y el incremento de los costes. Pero expliquemos un poco más a fondo.

Destinada a autónomos, profesionales y empresas, por préstamo o leasing, pero se rigen por la norma de adquirir vehículos formales para una financiación del 100%. Financian gastos de circulante con el límite del 10% del importe total de la financiación, gastos que no tendremos que justificar y que resulta especialmente interesante. El máximo posible, hablando con ceros, es de 1.000.000, a plazos para su devolución de 3, 5 o 7 años, con la opción de uno de carencia. No hay comisión de apertura, y la cancelación anticipada se cifra en el 0,25 o 0,50%, siempre y cuando se estipule crédito hipotecario sobre la vivienda y de hasta un 1% en el resto de los casos, pero acordándose de una penalización adicional en el caso de hacerse en los primeros dos años de financiación.

El tipo de interés es, como bien sabemos, fijo o variable. El variable, se cifra en euribor a 6 meses, sumado al diferencial y al margen de entre 2 % y 2,20%.

Hay una sorpresa para 2012, pues para los primeros 143 millones reciben una bonificación de 1,5%, cualificados en 43 euros por cada 1.000 de financiación. De plazo hasta el 15 de diciembre de 2012, las condiciones pueden parecer apetitosas pero no todo está visto como para que una pyme salga beneficiada. La verdad es que el propósito de esta línea de financiación no queda muy claro, el hecho de que externalice la gestión a las entidades financieras es correcto, pero éstos valoran el riesgo de una forma muy severa y desde luego un emprendedor que quiera pedir esta financiación lo tiene muy difícil. O tiene hogar, en cuyo caso seguramente hipotecada, y la pone como garantía, o los socios tienen nóminas elevadas, en cuyo caso se promovería el emprendimiento part-time, que por otro lado, actúa como factor negativo porque se pretende que los emprendedores se dediquen al 100% al proyecto…

El riesgo es del banco. Y la decisión también. ICO financia apoyándose en los bancos privados, no directamente al solicitante. Esta cobertura es claramente beneficiaria para las entidades financieras, si saben cómo financiar. Y demos gracias que es así, porque las líneas directas está comprobado que no resultaron eficientes, debido al escaso flujo crediticio que ofrecían por el riesgo.
No es un gran negocio para la banca privada, pues intereses del 1 y 2% apenas son apetitosos. Pero, no hay que ir a buscarlos, pues ellos llegan a uno, no consume liquidez, y cualquiera que se maneje en los mercados sabe que eso es una minucia, y casí diría que irrentable la cifra del 2%. No olvidemos la pérdida de costo de oportunidad.

 

El problema de la PYME es la vigente infracapitalización, la aportación de fondos propios suele ser ridícula para el negocio,¿Cómo se ha ido salvando eso? Pues con un exceso de financiación por terceros de proveedores, pero sobre todo a través de la financiación bancaria , siempre y cuando la pólizas de crédito no sean a largo plazo.

Dejo también otro inconveniente/reto de la empresa.

@TroikaEconomica

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